sábado, 9 de junio de 2007

Jamás un silencio

Jamás había sentido el eco del pensamiento,
pero las horas pasan tan rápido que algo debía detener esta locura,
este trayecto del que ningún grito podía apartar mi mirada del suelo,
que ninguna mano podía acariciar este cuerpo cansado,
esta mirada malgastada.
El silencio es tan puro en estos momentos que su coherencia me hunde,
me sienta y observa. Se ríe de mi vida, de mis lágrimas, de mi risa.
Me acaricia, mas sé que sus espinas esperan mi derrumbe, debilitan esta pena.
Jamás había sentido el eco del silencio, y debo admitir que tampoco sabía que existía, que algo tan único pudiera dar un remezón de 40 grados y que pudiera guardar las armas que callada había ocultado.
Jamás había sentido el eco.
Y jamás espero hacerlo.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ò.ó
el silencio..
serson /e2
see en algunos momentos rinde y muxo^^
yo queria cine =O
sera para la otra xD y q sea luego ¬¬
q ti bien loquilla
xau!

Momita dijo...

el silencio. cuando estoy sola y llega. es bkn
pero cuando estoy acompañada y llega.
es desagradable.
yy. no se
el silencio otorga. y .. no se.
que se pudra el silencio. asi dejo de pensar.
y .. eso
toe aburrreeea.

Joac dijo...

Algunos, como los de mi especie, vivimos del eco. Del eco que produce el pensamiento, del eco que produce la música, del eco que produce la soledad, del eco que nos llega de lo que le decimos a la gente.
Y es bastante útil, pues se usa como una fuente de conocimiento alternativo frente al que se aprende comúnmente en cualquier lugar.
El eco es interactividad. Si es con personas, se traduce en interrelaciones. Y las interrelaciones osn lo mejor.
Saludos, Joac.